15 may 2014

Messenger, I miss you

Ay messenger, messenger… Hoy, tras una ingesta excesiva de tortitas de chocolate y nata que me ha llevado al típico dolor de estómago del que no te arrepientes, me he acordado de ti. ¿Qué tiempos aquellos, eh?

Me acuerdo de cuando empezaste como un simple programa que enviaba palabras escritas de milagro, que no enviaba ni archivos y tus emoticonos eran pixelados hasta un punto inadmisible en el grado de Publicidad de la Fcom. Fuiste evolucionando hasta el punto de fliparnos con tu lápiz virtual y tus guiños gigantes. Era gracioso molestar al colegui de turno mandándole 100 seguidos. ¿Qué no se podía? Sí… sí se podía, yo fui de las que encontraron la manera de sí hacerlo con un simple truquito llamado Messenger Plus.


Ains, Messenger Plus… Gracias a los colores que permitías en tus estados mis frases pudieron calar más hondo. El blanco y negro pasó a la historia, eso no representaba la fuerza de mis sentimientos. Uno era… “Si yo fuese el mar, y tu una roca, haría subir la marea, para besar tu boca”. A eso le agregabas colores, alguna palabra en negrita, una cursiva bien puesta,  una buena combinación de mayúsculas y minúsculas, una hilera de signos de puntuación, tildes, diéresis, símbolos extraños… Y eso era… ¡¡¡CONVERSACIÓN CON TU CARI ASEGURADA!!! 

(¯`•¸•´¯)$i Yo FuEsE eL MaR, y Tu UnA rOca, hArÍa sUbIr lA mAreA, PaRa BeSar Tu BoCa(¯`•¸•´¯)

(Nota: Lo de los estados estaba bien, pero también es verdad que había gente que se lo curraba demasiado y lo hacía incluso durante la conversación de messenger. Eso ya era pasarse). 


Evidentemente, ¡no era lo mismo! En Publicidad nos hemos dado cuenta más que nunca de que hay que embellecer la realidad para que sea más atractiva, sabemos que un color y una tipografía bien elegida puede cambiar el mundo. Y con Messenger… Lo pusimos en práctica y pudimos comprobar que daba resultado con ¡¡¡¡¡¡ÉSTE SONIDO CELESTIAL!!!!!!


Después, sólo quedaba disfrutar con largas noches de conversaciones llenas de indirectas, preguntas sobre tu estado y finalmente el guiño de un beso gigante que prometía.

Podría contar mil historias graciosas que a todos nos ha pasado en Messenger, como el típico contacto que siempre está No disponible y no contesta jamás (pero que con alguien hablará, ¡digo yo!), el pesadito o pesadita que se aburre y te busca para que seas TÚ quien le de conversación (¡encima!), esas horas puntas en las que estaba conectado todo el mundo y no dabas abasto a las quince conversaciones (a cada cual más importante) que tenías abiertas...

¡Pero ya he hecho la digestión y por fin me siento bien! Voy a ver qué hay por el frigo...

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